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PSICOLOGÍA CLÍNICA

Dentro de la psicología como disciplina que estudia los procesos mentales y la conducta humana existen diversos paradigmas o tipos de enfoques.

La psicología cognitivo-conductual es uno de los paradigmas de la psicología. Este modelo de intervención psicológica se basa en tres aspectos fundamentales: las emociones, los pensamientos y las conductas. Además resulta indispensable la comprensión interrelacionada de estos tres aspectos, así como su entendimiento en el marco de un contexto social.


La intervención terapéutica en terapia cognitivo-conductual se estructura en tres pasos:

1. El primero hace referencia a la evaluación del caso, recogiendo la información necesaria para formular hipótesis explicativas acerca de los problemas que trae la persona y trazar los objetivos del tratamiento.

2. Esas hipótesis conducen a la segunda fase, la intervención propiamente dicha, utilizando técnicas que se orientan a conseguir los objetivos planteados.

3. Finalmente, la fase de seguimiento consiste en evaluar la aplicación del programa terapéutico y ajustar los cambios necesarios para mantener los objetivos logrados y evitar recaídas.

Otros de los aspectos a destacar, son el énfasis que se pone en la importancia  de los factores que están manteniendo el problema, así como el peso de la interpretación individual de los sucesos.

La evidencia de la efectividad de este modelo de intervención se encuentra ampliamente demostrada por estudios científicos, siendo uno de los paradigmas más extendidos entre los profesionales de la psicología.

Trastornos y conflictos

Estrés: presencia de cambios de estado de ánimo, tensión y preocupación, irritabilidad, disminución del rendimiento laboral,...

 

Ansiedad: irritabilidad, tensión, preocupaciones excesivas, miedos (a hablar en público, a salir a la calle, a afrontar determinadas situaciones, etc.), obsesiones, síntomas físicos de mareos, sofocos, alteraciones del sueño,...

 

Depresión o bajo estado de ánimo: tristeza, cambios de estado de ánimo, fatiga, sentimientos de inutilidad o de culpa, desilusión, dificultades de concentración, insomnio,...

 

Fobias: ansiedad extrema e irracional ante determinados estimulos o situaciones.

 

Alteraciones del sueño: insomnio, hipersomnia (dormir en exceso), pesadillas, alteración del ritmo sueño-vigilia

 

Adicciones: dependencia del consumo de sustancias o conductas y actividades.

 

Déficit en autoestima: tristeza, autocrítica destructiva, miedos,...

 

Disfunciones sexuales:  problemas con el deseo, la excitación, dificultades para lograr el orgasmo. Anorgasmia, vaginismo, disfunción erectil, eyaculación precoz, eyaculación retardada,...

 

Déficit en habilidades sociales: incapacidad para desenvolverse adecudamente en interacciones sociales.

 

Problemas psicosomáticos: alteraciones orgánicas tales como dolores de estomago, de cabeza, reacciones alergicas, problemas dermatologicos,..

 

Conflictos de pareja: problemas de comunicación, distanciamiento, desprecios, apatía, ...

 

 

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